Ermita de San Sebastián
Ermita de San Sebastián
Se trata de una ermita de planta rectangular y con una dependencia menor adosada en su costado izquierdo. Ambas se cubren con tejado a dos vertientes y el cuerpo principal evidencia en su fachada un pequeño resalte central. Presenta dos puertas de madera enmarcadas por vanos de medio punto. Otro diminuto vano abierto en el paño de la fachada principal acoge a un pequeño campanillo. Está encalada en su totalidad, excepto en su parte inferior donde aparece el contraste de un zócalo pintado en marrón. En el interior existen algunos bancos y el testero plano del fondo acoge un pequeño retablo y Altar Mayor sobre el que se dispone la figura tallada de San Sebastián.
Aspectos históricos
Tanto de la ermita como de la cofradía de San Sebastián hay noticias seguras en torno a 1669. Por lo tanto, sería posible fechar la primitiva a finales del siglo XVI o principios del XVII. Bajo la advocación de San Sebastián, patrón del pueblo, al igual que de otros muchos municipios vecinos liberados por la intervención de los Reyes Católicos, los cuales sentían gran devoción por el santo guerrero. Sin embargo, en este caso su patrocinio no fue reconocido hasta 1804 desde la Santa Sede, momento aprovechado para construir la ermita actual, más grande que la primitiva. También de esta fue restaurada su cubierta allá por los años 80.
Relacionado con la tradicional devoción que se le tiene al santo patrón desde la reconquista. Cobija a la imagen de San Sebastián cuya en otro tiempo numerosa Hermandad le saca en procesión el 20 de enero.
Localización
Está junto a la gasolinera de Lanjarón, a las afueras del pueblo.