Ermita del Tajo de la Cruz

Ermita del Tajo de la Cruz

Se trata de una ermita encalada de planta rectangular y tejado a dos aguas sin más vanos que el de la puerta de entrada, al medio punto, y unas pequeñas ventanas laterales cuadradas. Tiene una amplia portada frente a su fachada que se encuentra enlosada con terrazo y rodeada perimetralmente por poyos corridos de obra, en uno de cuyos ángulos se haya clavada una cruz de madera. Aparece además otra cruz también en madera, pero más antigua adosada al hastial de la fachada lateral que mira al pueblo. En su interior hay una especie de pequeño altar, en el que se celebra misa en el día de la Cruz.

Aspectos históricos

La ermita aparece, tras la ubicación allí de la cruz primitiva exenta, que hacia finales del siglo XVIII, principios del XIX se colocó según se cuenta, para alentar la presencia de supuestas prácticas de brujería celebradas en el vecino “tajo Colorado”. Más tarde, en 1895 la cruz fue sustituida por otra nueva, (quizás que ocupa hoy la fachada lateral, aunque no está confirmado)), a la vez que se construía la ermita por mano de don José Lozano Píñar. Cuenta en su libro Gutiérrez Padial, que este vecino del pueblo estando de cacería por el paraje, creyó ver sangrar a la cruz tras disparar a un ave posada sobre la misma. Desde entonces la ermita ha sufrido algunos retoques de mantenimiento, como el de 1921 incorporándole el porche y una pequeña sacristía. Todos los años se viene celebrando la tradicional romería con desigual seguimiento, en el día de la Cruz, (2 de Mayo), y la velada la noche antes.

Localización

Está sobre el conocido como “tajo de la Cruz”, que se levanta sobre la carretera C-333, más o menos en torno al Km. 9, en dirección a Órgiva. A ella se accede por una pista pavimentada que aparece por la izquierda poco después de pasar el puente del río, tomando luego un camino de herradura. (Existen indicadores).

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